24 enero 2009
Anda estos días el pueblo soliviantado con esto de las
1.000 viviendas para jóvenes. Así que voy a intentar explicarlo, si es que soy
capaz.
Hace unos pocos años la Comunidad de Madrid decidió hacer un Plan de Viviendas
para Jóvenes. Así que pidió a los Ayuntamientos su colaboración. En la mayoría
de los municipios de Madrid se habían aprobado los planes generales y estaba en
auge la economía del ladrillo, con todo lo que esto significaba; sobre todo
para los bolsillos de algunos. Corría el año 2005 y, aunque no se edificara,
había que hacer un sorteo, es decir, dotar a los jóvenes con un derecho de
propiedad. Si no hacían eso acabarían la legislatura 2003 – 2007 sin haber
construido ni una sola vivienda social o con algún tipo de protección, para
entendernos. Así que con éstas se pusieron a repartir viviendas de papel; unas
1000 por aquí, otras 500 por allá, y así en la mayoría de pueblos. Las bases
del sorteo eran claras y hacían referencia al decreto 11 del año 2005. Entre
otras cosas decía que “las Viviendas con Protección Pública para Arrendamiento
con Opción Compra (VPPA OC) tendrán una superficie construida máxima de 70
metros cuadrados e irán destinadas a personas que en el momento de celebración
del contrato de arrendamiento sean menores de treinta y cinco años con ingresos
familiares que no excedan del límite que establezca la normativa reguladora del
correspondiente Plan de Vivienda de la Comunidad de Madrid”.
En abril del 2008
este decreto se corrige haciendo referencia a la subida del módulo de dichas
viviendas cuyo suelo no sea de propiedad pública, que es el caso de Tres
Cantos. Esto quiere decir que quienes hayan sido adjudicatarios antes de abril
del 2008 tendrán una vivienda que les costará 441 euros al mes en régimen de
alquiler durante siete años y un valor al vencimiento, de ese periodo, inferior
a 120.000 euros. Puesto que en Tres Cantos el suelo no es de titularidad
municipal o autonómica sino que es privado, el precio a pagar por cada vivienda
oscilará entre los 510 y los 570 euros de alquiler y un valor inferior a los
163.000 euros. Así que a los pisos tricantinos sorteados en marzo de 2007 se
les aplicará el decreto de abril de 2008.
¿Podía Tres Cantos tener suelo municipal? Pues si. Lo que pasa es que los
distintos gobiernos del Partido Popular (primero en coalición con María de la
Poza y ahora solo, con mayoría absoluta) prefirieron monetizar esos terrenos.
Lo explico. El adjudicatario FCC debía ceder, puesto que así lo estipulaba la
encomienda de gestión, el 16% (divididos entre cánones -1% -, obligatorio -10%
- y voluntario - 5% -) del aprovechamiento del Plan General. Es decir, que
debían darle al municipio unas 5’28 hectáreas de terreno (el Plan General
abarca 33 hectáreas). El gobierno municipal prefirió que lo que les
correspondía de suelo se lo dieran en dinero. ¿Que se conseguía con esa
decisión? Según los distintos gobiernos municipales el dinero sería para hacer
frente a las inversiones (obras). En vez de quedarse con suelo, para hacer
viviendas con protección o para las cooperativas, se quedaron con el dinero.
¿Por qué? Para favorecer y anteponer los derechos de la empresa adjudicataria
antes que el de los vecinos de Tres Cantos.
Hagamos las cuentas. Por esos terrenos el gobierno recibe 100 millones de euros
(iba a recibir 160 millones en un principio, pero por un valoración muy “sui
generis” que hizo la empresa y aceptó el gobierno se quedaron en solo 100
millones), en esos terrenos se pueden construir hasta 50.000 metros cuadrados.
Si el metro cuadrado de vivienda nueva está ahora a unos 3200 euros, según
TASAMADRID (antes de la crisis estaba a 3900) y FCC debe pagar 100 millones al
Gobierno Municipal, entonces la empresa obtiene unos beneficios de 50 millones
de euros, aproximadamente, después de pagar la expropiación de esos terrenos.
Pero a lo que estábamos, las viviendas de los jóvenes. Está claro que les
prometieron 70 metros cuadrados de vivienda, más garaje, más trastero y lo
fueron anunciando antes del sorteo incluso si me apuran antes de que se cerrara
el plazo de inscripción para el mismo. Lo hizo Carmen Camón, concejala de
urbanismo del PP, en las anteriores elecciones, durante un pleno y reiteradas
veces en la revista municipal “Tres Cantos Al día” (de septiembre de 2006 y
diciembre de 2006). Así que mintieron para conseguir un fin electoral.
Engañaron para ganar unas elecciones. Cometieron un fraude para beneficio
político propio. Incluso se podría decir que estafaron a los 4000 jóvenes que
se presentaron con la ilusión de obtener una vivienda digna.
Ahora los nuevos del PP dicen que ellos no fueron que fueron los otros y María
de la Poza (pero es bueno recordar que Folgado, actual alcalde de Tres Cantos,
era presidente del PP desde junio de 2006, por lo tanto no era ajeno a estos
chanchullos).
Yo creo que debe pedir disculpas y solucionar el problema de las viviendas de
los jóvenes. Es más, creo que si él hubiese dicho vuestras viviendas van a ser
más pequeñas porque queremos meter 200 más en el mismo sitio para otros
jóvenes, no habría nada que decir.
Pero, en fin, esto es lo que hay. Me sigue sorprendiendo que los dirigentes políticos siempre piensen más en las empresas y sus beneficios, que en sus conciudadanos. FM
Pero, en fin, esto es lo que hay. Me sigue sorprendiendo que los dirigentes políticos siempre piensen más en las empresas y sus beneficios, que en sus conciudadanos. FM
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